Propietario de un teleférico en Pakistán arrestado tras ignorar las advertencias de seguridad: policía

El propietario y operador de un teleférico accidentado que estuvo suspendido sobre un barranco de Pakistán durante más de 12 horas fue arrestado después de ignorar repetidamente las advertencias de seguridad, dijo la policía el jueves.

Seis adolescentes se encontraban entre las ocho personas que quedaron varadas a cientos de pies en el aire cuando dos de los tres cables del telesilla se rompieron el martes, lo que llevó a una audaz misión de rescate que los llevó a un lugar seguro.

"Los cables utilizados eran de mala calidad y las máquinas también necesitaban una revisión", dijo a la AFP Tahir Ayub Khan, un alto responsable de la policía en la provincia noroccidental de Khyber Pakhtunkhwa.

"La notificación inicial se envió al propietario en junio, seguida de una segunda notificación en agosto".

Tanto el operador del teleférico como el propietario han sido arrestados, dijo Khan.

Mientras tanto, los especialistas en tirolesa que fueron reclutados para liderar la misión de rescate han sido aclamados como héroes por el primer ministro interino del país, Anwaar-ul-Haq Kakar.

Muhammad Ali Swati, propietario de una empresa de aventuras en tirolina, y su colega Muhammad Ilyas utilizaron el cable que impedía que la góndola se hundiera en el valle como tirolesa para llevar a seis miembros del grupo a un lugar seguro.

"El obstáculo más importante que encontramos fue la falta de luz. La presión del viento también era bastante fuerte", dijo Swati a la AFP el jueves en una recepción en el despacho del primer ministro.

"Los niños estaban petrificados, gritándome y suplicándome que no me acercara, temiendo que mi peso pudiera hacer que la góndola descendiera".

Un helicóptero militar había llevado al primer niño a un lugar seguro, mientras que una compañía de tirolesa independiente rescató a otro.

Los seis niños se dirigían a la escuela acompañados por dos adultos cuando el telesilla se averió el martes por la mañana a mitad de su recorrido sobre el remoto valle de Allai.

"Algunos de los niños estaban tan frustrados que pensaban saltar, pero el pasajero mayor nos dio confianza", dijo el miércoles a la AFP Rizwan Ullah, de 15 años.

"Cuando el teleférico daba vueltas, nos aterrorizamos y empezamos a recitar el Corán y nos dimos confianza unos a otros para no saltar".

Los teleféricos que transportan pasajeros (y a veces incluso automóviles) son comunes en las zonas del norte de la provincia de Khyber Pakhtunkhwa y Gilgit-Baltistán, y son vitales para conectar pueblos y ciudades en zonas donde no se pueden construir carreteras.

Kakar ha emitido una directiva para que se inspeccionen todos los telesillas en zonas montañosas y para que se cierren inmediatamente aquellos que no "cumplan con las normas de seguridad".

En 2017, 10 personas murieron cuando se rompió el cable de un telesilla, lo que arrojó a los pasajeros a un barranco en una aldea montañosa cerca de la capital, Islamabad.

la-zz/ecl/sco